antiaéreos

Los antiaéreos, o defensa antiaérea, son el conjunto de armas, vehículos y sistemas diseñados para neutralizar amenazas procedentes del aire, como aeronaves, misiles o drones. Su función es impedir o reducir la capacidad de ataque de fuerzas aéreas enemigas mediante la intercepción, destrucción o desviación de los proyectiles y aeronaves. Los antiaéreos se dividen principalmente en artillería antiaérea (AAA), misiles tierra-aire (SAM) y sistemas integrados de defensa aérea (SIDA).

La historia de los antiaéreos comenzó en el siglo XX con cañones de gran calibre para contrarrestar bombardeos. Durante la Segunda Guerra Mundial, la artillería antiaérea y el uso de radares mejoraron notablemente su eficacia. Con la Guerra Fría, los sistemas de misiles tierra-aire y las redes de sensores crearon defensas más amplias y coordinadas. En la era contemporánea, los sistemas SAM de largo y medio alcance, junto con artillería especializada y soluciones móviles, se integran con radares y centros de mando para formar SIDAs.

Entre los ejemplos modernos se cuentan sistemas de misiles como S-300 y S-400, Patriot y NASAMS, que pueden operar a diferentes alturas y distancias. También existen soluciones de defensa cercana, como cañones de defensa rápida de corto alcance y misiles de corto alcance para drones.

Las defensas antiaéreas buscan cubrir espacios aéreos críticos, coordinarse con la aviación y la vigilancia radar, y presentan desafíos como costos, vulnerabilidad al ataque saturante y contramedidas electrónicas. Su efectividad depende de la integración de sensores, comunicaciones y capacidades de interceptación.