Tapizada

Tapizada es la forma femenina de tapizado y puede funcionar como adjetivo o como sustantivo. Describe superficies o muebles que están cubiertos con tapicería, ya sea tela, cuero u otros materiales, o el proceso de revestirlos. En uso cotidiano se aplica a muebles como sofás, sillones o sillas, así como a interiores de vehículos o aeronaves.

El término tiene su origen en tapiz, relacionado con la idea de cubrir objetos con textiles. Así, tapizada se refiere tanto al resultado final como a la técnica de cubrir una estructura, y puede referirse a distintos tipos de revestimiento según el material utilizado.

Una tapizada típica comprende un armazón o estructura, acolchado o relleno (espuma, guata), una capa de tela y, a veces, un acabado decorativo. El proceso implica quitar la tapicería antigua, revisar y reparar la estructura y muelles si los hubiera, aplicar el relleno y fijar la cubierta con clavos, grapas o cosido, y finalizar con remates como pespuntes, ribetes, botones o tachuelas.

Materiales y estilos varían según el uso y la estética: telas como textiles, terciopelo o lonas, cuero o materiales sintéticos; los estilos pueden ir desde liso hasta tufted (acolchado), con ribetes o tachuelas, lo que influye en durabilidad y mantenimiento.

Mantenimiento: la tapizada requiere limpieza regular mediante aspirado y limpieza puntual según el tipo de tejido, evitando la exposición prolongada al sol y girando los cojines. En caso de desgaste, la tapicería puede repararse o reemplazarse mediante un re tapizado profesional.

En muchos lugares, la tapizada es una artesanía con talleres especializados; el término también se usa para describir piezas ya revestidas y listas para uso.