Anglicanismo

El anglicanismo es una tradición cristiana que se identifica con las iglesias en plena comunión con la Iglesia de Inglaterra y, de modo representativo, con el Arzobispo de Canterbury. Su origen se sitúa en la Reforma inglesa del siglo XVI, cuando la Iglesia de Inglaterra se separó de la Iglesia Católica y desarrolló una vía de compromiso entre catolicidad y protestantismo. Esta vía, asociada a la Settlement isabelina, buscó mantener estructuras episcopales y una liturgia cercana a lo católico mientras se reformaban doctrina y disciplina.

La doctrina anglicana se entiende comúnmente como una via media entre catolicidad y reforma. Sostiene que la autoridad doctrinal procede de la Sagradas Escrituras, la Tradición y la Razón, a veces descritas como un trípode. Las iglesias anglicanas son episcopales: cuentan con obispos, sacerdotes y diáconos, y su vida litúrgica es central. La liturgia se expresa principalmente a través del Libro de Oración Común y sus variantes modernas, que regulan el culto, los sacramentos y la vida espiritual.

Sacramentos: el bautismo y la Eucaristía son las celebraciones centrales; la confirmación, la ordenación y el matrimonio se conceptualizan como sacramentos o ritos sacramentales en distintas provincias. La eclesiología anglicana enfatiza la autonomía de las provincias dentro de una comunión de iglesias.

La Anglican Communion es una familia global de iglesias en plena comunión con Canterbury, con decenas de millones de creyentes en Asia, África, las Américas y Europa. En las últimas décadas ha debatido temas como la ordenación de mujeres y las cuestiones LGBTQ+, lo que ha generado tensiones y movimientos de realineación dentro de algunas comunidades.