utilízate

Utilízate es la forma imperativa de la segunda persona singular (tú) del verbo pronominal utilizarse. Se emplea para indicar a alguien que haga uso de sí mismo o que se ponga en acción, con el sentido de aprovechar sus capacidades, recursos o habilidades. En contextos de orientación laboral, educativa o motivacional, suele interpretarse como una invitación a ser proactivo y a sacar el máximo rendimiento de las propias virtudes.

Se escribe con tilde en la i: utilízate. La forma negative es no te utilices. El imperativo correspondiente para no reflexivo es utiliza, que se usa cuando el objeto directo no es la persona. En registros formales, se prefiere emplear formas no reflexivas o el pronombre de tratamiento adecuado, por ejemplo utilícese (usted) o utilícense (ustedes).

Origen y matiz semántico: proviene del verbo utilizar, cuyo origen está en el latín utilis, que significa útil. El sufijo reflexivo -se indica que la acción recae sobre el sujeto. El sentido de utilízate apunta a ponerte a prueba, a aprovechar tus propias herramientas y capacidades para lograr un objetivo.

Uso práctico: se emplea en contextos de desarrollo personal, entrenamiento o coaching; también aparece en lemas motivacionales. Ejemplos: "Utilízate al máximo en este proyecto" o "Utilízate para demostrar tus habilidades". Aunque es común en lenguaje coloquial, puede sonar enfático; en situaciones formales se prefiere otras formas acorde al registro.