plegarse

Plegarse es un verbo español de uso principalmente reflexivo, procedente de plegar, que significa doblar o doblarse sobre sí mismo, o ceder ante una circunstancia, presión o autoridad. Su etimología se remonta al latín plicare, “doblar”. En sentido físico describe la acción de doblar o curvarse de un cuerpo u objeto, por ejemplo una hoja, una pieza de tela o una estructura que se dobla ante una fuerza.

Entre los usos básicos se distinguen dos grandes sentidos. Uno, tangible: el cuerpo o un objeto se pliega o se dobla. Ejemplos: una rama que se pliega con el viento; la carta se pliega con cuidado. En esta acepción, el verbo suele aparecer en formas no reflexivas (plegar, doblar) o en su forma reflexiva cuando el sujeto realiza la acción sobre sí mismo: “la hoja se pliega” o “me pliego ante la presión.” Dos, figurado: rendirse o someterse ante una presión, una autoridad o una evidencia, consecuencia de no oponerse más. Ejemplos: “El comité se pliega a las demandas”; “el trabajador se dobló ante la negociación.” También se emplea en contextos técnicos o vocablos específicos, como en navegación para referirse a la acción de curvar o plegar velas, y en biología o botánica para describir el plegamiento de estructuras vegetales.

Conjugación y uso gramatical: es un verbo pronominal. En presente de indicativo, las formas son: me pliego, te pliegas, se pliega, nos plegamos, os plegáis, se pliegan. Es habitual usarlo con preposiciones como ante, a, o bajo la presión de algo, según el matiz deseado. En resumen, plegarse denota tanto una acción física de doblar como un acto de concesión o sumisión.