Desenlace

Desenlace es la parte final de una narración en la que se resuelven los hilos principales de la historia, se revelan las consecuencias de los hechos y se explican enigmas o dudas planteadas a lo largo de la trama. Suele seguir al clímax y, en algunas estructuras, precede al epílogo. El desenlace proporciona cierre y ayuda a comunicar las implicaciones morales, temáticas o sociales de la obra. Puede revelar motivos, el destino de los personajes y las conexiones entre subtramas.

Etimología: proviene del verbo desenlazar, disentanglar o desenganchar. El término evoca la idea de desatascar los hilos de la intriga y de deshacer la tensión narrativa, como si se deshilara un tejido.

Función y características: su forma varía según el género. En una historia detectivesca, el desenlace presenta la solución y los motivos del culpable; en una novela romántica, determina si la pareja termina unida; en una tragedia, muestra la caída de los protagonistas y las consecuencias de su destino. Puede ser un desenlace cerrado, que resuelve todas las cuestiones, o un desenlace abierto, que deja aspectos pendientes o ambiguos. Algunas obras terminan con un epílogo que proporciona un cierre temporal o moral.

Notas: en el análisis en español, el desenlace se distingue del clímax o del final abrupto; es un recurso narrativo destinado a entender las consecuencias de los hechos. El concepto es equivalente al denouement en la teoría narrativa anglosajona.