incorpóreos

El término incorpóreos describe aquello que carece de cuerpo físico. Se usa tanto como adjetivo ("ser incorpóreo") como sustantivo en plural para referirse a entidades o conceptos sin sustancia material tangible. En la lengua española, sirve para distinguir entre lo corpóreo y lo incorpóreo en contextos filosóficos, teológicos, jurídicos y culturales.

En filosofía y metafísica, lo incorpóreo se refiere a sustancias o entidades que no poseen forma corporal. La tradición escolástica discutía sobre la naturaleza del alma, de Dios y de ciertos fenómenos abstractos, analizando su existencia, extensión y modo de ser. En estas tradiciones, lo incorpóreo se opone a lo corpóreo, que sí tiene extensión y materia.

En teología, lo incorpóreo suele aplicarse a seres espirituales como ángeles o espíritus, concebidos como no material; pueden interactuar con el mundo físico según doctrinas específicas, pero mantienen una existencia no corpórea.

En derecho y economía, el término se utiliza para describir derechos o activos intangibles, como patentes, derechos de autor, marcas, usufructo o derechos de uso. Estos "derechos incorpóreos" carecen de cuerpo y su valor se determina por utilidad, titularidad y duración, sin presencia física.

En uso cotidiano y en estudios culturales, lo incorpóreo también puede referirse a conceptos abstractos, ideas o cualidades intangibles que no tienen una manifestación física directa, como la libertad, la dignidad o la inteligencia.