telegrafía

La telegrafía es una técnica de transmisión de mensajes a distancia mediante señales eléctricas u ópticas. En su forma eléctrica, los mensajes se codifican en impulsos y se envían a través de un conductor; en la telegrafía óptica, señales visuales se envían mediante indicadores a distancia.

Históricamente, los sistemas ópticos precedieron a la eléctrica, con el telégrafo óptico de Chappe en el siglo XVIII. En la década de 1830, Samuel Morse y, por separado, Charles Wheatstone y William Cooke desarrollaron la telegrafía eléctrica. A mediados del siglo XIX se extendieron las redes comerciales; el cable transatlántico de 1866 conectó continentes y aceleró la comunicación global.

Funcionamiento: los elementos básicos son un emisor para generar impulsos codificados, un canal (cable) para transmitirlos y un receptor que los transforma en señales audibles o visibles. La señal se codifica con puntos y rayas, mediante el código Morse, y se usan pausas para delimitar palabras. Más tarde apareció la telegrafía inalámbrica, utilizando la radio en las primeras décadas del siglo XX.

Impacto y legado: permitió comunicaciones rápidas a larga distancia, afectando periodismo, comercio y gobierno, y promovió la estandarización internacional de código y procedimientos. Su uso decayó con la popularización del teléfono y, posteriormente, de las comunicaciones digitales; hoy persiste en nichos como la telegrafía Morse practicada por radioaficionados y en archivos históricos, museos y educación.