sellador

Un sellador es un material utilizado para sellar juntas, uniones y fisuras para impedir filtraciones de aire, agua y polvo. Al curar, forma una barrera que puede ser sólida o elástica y que se adapta a pequeños movimientos de las superficies unidas.

Existen varios tipos comunes: silicona, poliuretano, acrílico, epoxi y bitumen. La silicona es duradera frente a la intemperie y se usa en exteriores y en baños. El poliuretano ofrece fuerte adherencia y resistencia mecánica para uniones exteriores. Los acrílicos son económicos y fáciles de aplicar para interiores. Los epóxicos resisten químicos y temperaturas en entornos industriales.

Se emplea en construcción para sellar ventanas, juntas de azulejos, techos y fachadas; en fontanería para conectar tuberías; en automoción para uniones entre paneles; y en impermeabilización de cubiertas. También sirve para acabado estético en cocinas y baños.

El curado varía: humedad (silicona), reacciones químicas (epóxicos, poliuretanos) o evaporación de disolventes. Sus propiedades clave son adherencia, elasticidad o rigidez, resistencia al agua y a la luz ultravioleta, y compatibilidad con sustratos. Preparar la superficie y elegir el tipo adecuado facilita el sellado.

Manejo seguro: ventilar bien, usar guantes y protección ocular, y evitar la inhalación de vapores. Limpiar residuos antes de que cure y desechar envases conforme a la normativa local.