hipercolesterolemia

La hipercolesterolemia es una condición caracterizada por niveles elevados de colesterol en la sangre, principalmente de la lipoproteína de baja densidad (LDL). Aumenta el riesgo de aterosclerosis y de eventos cardiovasculares y puede ser de origen genético o adquirido.

Se clasifica en primaria y secundaria. La hipercolesterolemia primaria comprende formas genéticas, entre ellas la hipercolesterolemia familiar, debido a defectos en receptores de LDL, apolipoproteína B o PCSK9. La hipercolesterolemia secundaria resulta de diabetes, obesidad, hipotiroidismo, insuficiencia renal, fármacos y consumo excesivo de alcohol.

Muchas personas no presentan síntomas. En algunos casos, pueden aparecer signos como xantomas cutáneos o arcus corneales. El diagnóstico se basa en un perfil lipídico que mide LDL, HDL, colesterol total y triglicéridos, con o sin ayuno.

Se evalúa el riesgo cardiovascular global mediante herramientas de cálculo de riesgo. En la hipercolesterolemia familiar, los niveles de LDL suelen ser muy altos desde la infancia. El tratamiento se decide según el riesgo y los objetivos de LDL.

El manejo inicial se centra en cambios de estilo de vida: dieta equilibrada con fibra, reducción de grasas saturadas, aumento de la actividad física y control de peso. En la mayoría de adultos, la primera opción farmacológica es una estatina. Si no se alcanza el objetivo, se pueden añadir ezetimiba, inhibidores de PCSK9 o, en ciertos casos, ácido bempedoico.

Con control lipídico adecuado disminuye significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares. El seguimiento y la adaptación de metas terapéuticas dependen del perfil de cada individuo y de su respuesta al tratamiento.