hígado

El hígado es el órgano glandular más grande del cuerpo humano. Ubicado en la parte superior del abdomen, principalmente en el cuadrante superior derecho, debajo del diafragma, se extiende hacia el cuadrante superior izquierdo en algunas personas. Está sostenido por ligamentos, entre ellos el ligamento falciforme. El hígado se divide en lóbulos derecho e izquierdo; el porta hepatis es la entrada y salida de estructuras importantes: la arteria hepática y la vena porta ingresan al hígado, mientras que las venas hepáticas y los conductos biliares salen.

Entre sus funciones clave destacan el metabolismo de carbohidratos, grasas y proteínas, el almacenamiento de glucógeno, la síntesis de proteínas plasmáticas y de factores de coagulación, y la detoxificación de toxinas y fármacos mediante enzimas del citocromo P450. También produce bilis, una sustancia necesaria para la emulsificación de las grasas, y participa en el metabolismo hormonal y la eliminación de pigmentos biliares.

La sangre llega al hígado principalmente a través de la vena porta, con aporte arterial mediante la arteria hepática; la sangre es filtrada por los hepatocitos y por células de Kupffer. La bilis se produce en los hepatocitos y se canaliza hacia conductos biliares, hacia la vesícula biliar o directamente al intestino. El hígado participa en la reserva de vitaminas y en la inmunidad local.

El hígado tiene notable capacidad de regeneración tras lesiones parciales. Sus alteraciones pueden incluir hepatitis, cirrosis, hígado graso no alcohólico, cáncer de hígado (carcinoma hepatocelular) y falla hepática. El diagnóstico suele combinar laboratorio, imágenes y, a veces, biopsia; el tratamiento puede incluir manejo médico, intervenciones quirúrgicas o trasplante hepático.