coreografias

Una coreografía es la planificación y organización de movimientos, gestos y formaciones de uno o varios intérpretes para una puesta en escena musical o narrativa. En danza, la coreografía busca sincronizar el movimiento con la música, el espacio escénico y los recursos escenográficos. El término procede del griego choreia (danza) y graphia (escritura), y abarca tanto la obra como el proceso de crearla.

Sus elementos principales son el vocabulario de movimiento, los motivos y las frases, la secuenciación y la estructura, la temporalidad (ritmo y tempo) y la espacialidad (formaciones, direcciones, niveles). Una coreografía también determina entradas, salidas y cambios de dinámica, así como indicaciones de iluminación o vestuario. La notación puede hacerse mediante sistemas como la notación de Laban o Benesh, aunque muchos trabajos se conservan como guiones de ensayo o grabaciones.

La coreografía ha evolucionado desde las danzas rituales y las ballets clásicos hasta las prácticas modernas y contemporáneas. En ballet, los coreógrafos organizan obras para exhibir virtuosismo y narrativa; en la danza contemporánea se exploran el movimiento abstracto y la relación entre cuerpo, espacio y música. A lo largo de distintas tradiciones culturales —como la danza india, el flamenco o el hip hop— existen enfoques coreográficos propios que reflejan identidades y técnicas específicas.

El proceso suele incluir la concepción de la idea, el análisis musical, la creación de secuencias, la enseñanza a los intérpretes y la revisión final. En producciones grandes, la coreografía se integra con iluminación, escenografía y vestuario para lograr una experiencia escénica coherente.